sábado, 16 de enero de 2010

NOTA º4 - EL TURNO DE LA HONESTIDAD


Un verdadero radical no le escapa al diálogo, a la negociación seria y al debate sincero. El debate no debe tener la intención de "destruir" al otro, sino la posibilidad de aprender mutuamente. El necio que "embarulla", cree que venció en una pulseada. El sabio, aunque sea poco, hasta aprendió algo del necio. Más aún , lo que no debe hacer...
Me ha tocado debatir con amigos "K"... Algunos me dirán, talvez, que no puedo tener amigos de tal o cual orientación ideológica. Eso lo refuto. En la familia y entre nuestras amistades, hay gente que defiende este "modelo" y con quienes nos unen lazos afectivos diversos. Lo importante es encontrar las reglas para el diálogo pacífico. El ejemplo que deberían dar nuestros legisladores (hablo como argentino en general..)
No se puede ser oposición porque si. Si lo dice el otro: "me opongo"....
No se puede ser soberbio y no negociar nada, creyéndome el único realizador de la Argentina porque haya ganado una elección (como diría en su última aparición Raúl Alfonsín).
A la Argentina le está faltando equilibrio y, sobre todo, apego a la ley, respetuo mutuo. Nos recordaba Raúl, como si fuera un viejo profeta antiguotestamentario: "Tenemos que querernos más los argentinos".
Un logro irrefutable de la Democracia ha sido la erradicación de la "violencia" como método de resolución de conflictos. Así lo que pudo haber sido la venganza privada y un nuevo mar de sangre, se resolvió en el "juicio a las juntas", a las tres A, a los líderes guerrilleros.
Otro logro terminante: las crisis, las zozobras, los errores de los gobernantes, no se solucionan con un golpe militar, sino con más Democracia. El 2001 fue un ejemplo de como las instituciones dieron una salida, impensada veinte años atrás. Lo mismo ocurrió el año 2008 con la crisis del "campo".
Hoy tenemos la certeza de la profundización del diálogo y el debate racional, de la defensa de la Constitución (que no puede ser vulnerada por un golpista uniformado con sus cómplices civiles, pero tampoco por un gobierno elegido en forma legítima que pretende obviarla).
La Constitución Nacional pone límites a las pretensiones hegemónicas. Debemos defenderla. Debemos defender la Democracia, que no solamente se hace declamándolo, sino fundamentalmente: cumpliendo con la ley; defendiendo nuestras ideas entendiendo que el fin no justifica los medios; erradicando la pobreza y el hambre; erradicando la ignoracia, el punterismo y el manipuleo político; favoreciendo la democracia interna en los partidos "semi-autocráticos" y erradicando el fraude y la trampa en los partidos "democráticos";erradicando la corrupción...
El Año del Bicentenario debe mostrar algo de madurez para una Nación joven, pero que llegó a los dos siglos. También debe ser el año del despegue definitivo de una Argentina respetuosa de las instituciones y las reglas, con valores, inclusión social y distribución equitativa de la riqueza (y agregaría, del conocimiento...)
Podemos hacerlo. Debe ser entre todos.
Los Radicales estamos un paso más adelante. Debemos dar el ejemplo. La sociedad nos vuelve a mirar. Vuelve a reclamar la política seria y los políticos honestos.... Los seguimos teniendo. Tienen que seguir apareciendo en la escena y demostrarlo.
Hugo Turrini

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