viernes, 19 de marzo de 2010

DECLARACIÓN DE LA MESA DIRECTIVA DEL COMITÉ NACIONAL




Con los presidentes de distrito de todo el país, el Comité Federal del partido también participó de la reunión, en la ciudad de Córdoba.


Los argentinos nos acercamos a la conmemoración del Bicentenario de nuestra Patria como Nación independiente con un gobierno político y socialmente aislado, cuyo rasgo distintivo de gestión es el desapego institucional y la improvisación en las políticas publicas, a la vez que consume energías sociales en la promoción irresponsable de enfrentamientos estériles.

Nuestra misión, como Partido que aspira - junto a otras fuerzas políticas y sociales – a ser elegido para gobernar el país, es sustituir la confusión oficial por claridad estratégica; reemplazar la improvisación irresponsable que distingue a la gestión gubernamental por planificación sensata y prudente; cambiar el estilo político de división y conflicto por el dialogo institucional y la convergencia democrática.

La claridad estratégica significa ofrecer a nuestros conciudadanos una visión de la Argentina que, al tiempo que valora positivamente la consolidación democrática, reconoce la existencia de desigualdades extremas que socialmente nos lastiman como una herida abierta y nos mantiene - como un lastre - estancados al borde de una sociedad fracturada, económicamente desarticulada y políticamente dividida.

La programación requiere de una visión de país que proyecte su destino integrándolo a las corrientes mas dinámicas de la producción y el comercio mundial, afirmando un papel - hoy lamentablemente desdibujado - de relevancia en las discusiones que orienten la política del mundo a un orden globalizado, pero solidario.

El orden republicano consagrado en nuestros preceptos constitucionales requiere reconocer que el Gobierno de la Nación está integrado por tres poderes y asumir, además, que la eficacia de la democracia exige no sólo el respeto y el equilibrio entre ellos, sino que el diálogo institucional - franco y auténtico - sea el terreno fértil que provea las soluciones a las expectativas sociales y a las urgencias de millones de nuestros compatriotas.

En la Argentina de este tiempo con mayoría social opositora, la responsabilidad principal de la UCR es la de contribuir a la construcción del sujeto político oposición como alternativa de cambio y opción progresista moderna en la vida política que instale una variante superadora frente al populismo que, independientemente del ropaje que utilice - neoliberal, tecnocrático o movimientista - , desprecia la democracia representativa, subestima el papel de los partidos políticos y reduce a los ciudadanos al papel de consumidores o espectadores del mundo del espectáculo.

La UCR está dispuesta a asumir el desafío de prepararse para gobernar la Nación Argentina. Sabemos que es un imperativo político aprender de los errores y aciertos, tanto propios como ajenos. Sabemos, también, que gobernar no es practicar el ejercicio cotidiano de la prepotencia. Gobernar es identificar los problemas, ser riguroso en los diagnósticos, evaluar alternativas y construir consensos sustentables. Sabemos, también, que el ejercicio del Gobierno no es un acto de voluntad ni un capricho; es el duro trabajo de pensar, ofrecer espíritu cooperativo, demostrar capacidad para implementar compromisos institucionales en una sociedad como la nuestra - compleja y diversa - donde todos deben tener la oportunidad de ejercer el derecho de opinión, de acción y de participación.

Para afrontar ese desafío, la UCR tiene la fuente de inspiración necesaria. Nos la dio el Presidente Alfonsín cuando convocó en su momento a la convergencia democrática “de fuerzas que se planteen como meta modernizar a la Argentina en términos de eficiencia pero también en términos de una democratización fundamental en la sociedad y en el Estado, en la economía y en la cultura”.

Ese legado histórico nos inspira a buscar la coincidencia con quienes comparten los rasgos fundamentales de nuestra visión de la Argentina. Nos inspira a rechazar el sometimiento a liderazgos prepotentes y autoritarios. Nos inspira a abjurar de dirigencias mesiánicas que sólo buscan confrontar y arrogarse la autoridad moral para distinguir réprobos de elegidos. Nos inspira, por el contrario, a construir con quienes asumen seria y responsablemente la tarea de prepararse para acceder al gobierno y hacer que la Argentina realice en sus próximos cien años la promesa de paz, prosperidad, igualdad y libertad para todos que no logró concretar en este Bicentenario.

Pongamos, entonces, manos a la obra, con la fuerza de nuestras convicciones democráticas; con la inspiración que nos dan el esfuerzo de nuestros trabajadores, el tesón de nuestros empresarios, la vocación de todos los ciudadanos - hombres y mujeres - por vivir juntos en paz y progresar en armonía; con la gran responsabilidad que nos confiere el pueblo; con la fe inquebrantable de que nuestro deber como políticos es servir a nuestra Patria y crear para nuestros conciudadanos un país auténticamente federal; con la decisión irrevocable que tomamos, cuando nos afiliamos a la Unión Cívica Radical, de no cejar ni un día de nuestras vidas en el intento de transformar a la Argentina en la Nación democrática, moderna, justa y solidaria que puede y debe ser.



Ernesto Sanz

Presidente



Jesús Rodríguez

Secretario General

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